He querido empezar este blog con lo que me parece que es lo más importante a tener en cuenta para cualquier persona que quiera empezar a escribir. Y esta regla no es otra que:
Escribe correctamente siempre.
Y cuando digo siempre digo siempre. Cada vez que vayáis a hacer un escrito vigilad cuidadosamente y con esmero lo escrito. Si hace falta echarle treinta vistazos, se echan. Pero no publiquéis nada que no esté debidamente corregido.
Cierto es -tampoco lo voy a negar- que no todos tienen facilidad con eso de la ortografía. Yo, por ejemplo, he leído tanto que, al menos para mí, esto nunca jamás ha sido un problema. Pero hay gente que no ve tan fácil esta clase de cosas, y no es nada del otro mundo. Pero una cosa es equivocarse en una palabra y otra muy diferente escribir algo plagado de faltas ortográficas por todas partes.
Lo digo muy en serio, tenéis que aprender a no tolerar las faltas de ortografía. Yo lo considero una falta de respeto, porque el trabajo de hacer un escrito entendible es, obviamente, del escritor y no del lector, que a veces es que tiene que literalmente descifrar lo que pone en algunas partes. Y, sinceramente, yo no leo cosas que tengan una ortografía de orco, porque es para mí una señal de que esa historia va a ser mala, sin más rodeos.
Pensad que vuestra ortografía es una carta de presentación que habla de vosotros, de lo mucho que os estáis volcando es hacer las cosas bien y también de vuestro interés en hacer las cosas bien. Y no sólo eso: de cara al futuro, una ortografía cuidada es necesaria, porque cuando estés en la universidad, habrá profesores que se nieguen a corregir cosas mal escritas. Y ya ni digamos en el mundo laboral.
Así que, hacedme caso: cuando vayáis a escribir algo, siempre, siempre revisad la ortografía. La primera vez habrá más fallos, pero en las siguientes habrá cada vez menos y menos y menos hasta que no tengáis ninguno. Y claro está, igual será en la vida real.
Si alguno os estáis agobiando con esto... Don't Panic! Gracias a Dios, la tecnología está muy avanzada, y tenéis formas de hacer esto casi sin esfuerzo. Para empezar, todos los que hayan usado Microsoft Word (los más, supongo) sabrán que lleva incorporado un excelente corrector ortográfico que yo creo que os va a servir para evitar hasta la friolera del 90% de las faltas de ortografías que pudiérais llegar a tener. Aún así, hay siempre que echar un vistazo a ojo (cosas como querer escribir "pasó" y escribir "paso", que no será dado por incorrecto pero lo sería en contexto).
Pero, ¿y si no disponemos de Microsoft Word? Pues en Internet hay de todo, pequeños míos. Yo he buscado y he encontrado un corrector ortográfico online que tiene pinta de ser bastante bueno, aunque no me parece tan sumamente fiable como el que tiene Word. También podéis instalar en la mayoría de navegadores un corrector automático que es útil para ver aquellas palabras en las que puedas haber cometido algún pequeño error o algún typo (que es cuando escribimos una palabra mal por habernos confundido al teclearla, pero no por desconocer cómo escribir la palabra en sí. Por ejemplo, escribir "enrtada" es un typo). Yo lo tengo instalado en Google Chrome y sí, me es bastante útil. Y nunca hay que olvidar que si tenemos dudas acerca de cómo escribir una cierta palabra podemos consultar el diccionario de la RAE online, así como el Diccionario Panhispánico de Dudas, muy útil en caso de no saber el uso de una cierta palabra en concreto (cuesta un poco pillarle el truco, pero en casos donde la RAE no os de la información que queréis, probad aquí, que a lo mejor tiene lo que buscáis).
Pero no olvidemos que el corrector ortográfico a usar en última instancia es siempre el propio escritor.
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